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La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un enfoque que aborda las emociones disfuncionales, el comportamiento y los procesos cognitivos basándose en una combinación de principios y técnicas conductuales y cognitivas básicas. La TCC es una estrategia centrada en el problema y orientada a la acción que los terapeutas utilizan para ayudar a los pacientes a abordar problemas específicos como la ansiedad, la depresión e incluso problemas psiquiátricos más complejos. La terapia cognitivo-conductual hace referencia a una serie de métodos estructurados de psicoterapia que se centran en los pensamientos que subyacen a los problemas del paciente. Una encuesta realizada a cerca de 2.300 psicólogos en Estados Unidos reveló que alrededor del 70% utiliza la TCC en combinación con otras terapias para tratar la depresión y la ansiedad. La TCC es también un paradigma de psicoterapia predominante que se enseña en los programas de postgrado de psicología. Cómo funciona la terapia cognitivo-conductual La

El dispositivo más común para calmar el tráfico son los Speed Bumps . Los badenes, las lomas, los policías durmientes... como quiera llamarlos, la mayoría de la gente está muy familiarizada con ellos. La mayoría de nosotros reducimos la velocidad a regañadientes cuando los vemos, lo cual, por supuesto, es el objetivo. Algunos de nosotros probablemente pasamos por encima de ellos demasiado rápido, y a casi todo el mundo le desagradan. Sorprendentemente, el badén es casi tan antiguo como el propio coche: el primero del mundo se instaló en Estados Unidos en 1906, mientras que los primeros badenes del Reino Unido fueron introducidos en la década de 1970 por el gobierno de Wilson. Hoy en día hay unos 500.000 badenes de distintos tamaños en todo el Reino Unido. Las ventajas de los badenes son evidentes. Si se utilizan correctamente, están pensados para reducir la velocidad de los vehículos y provocar potencialmente menos accidentes. A pesar de ello, hay varias afirmaciones de que en realidad